viernes, 24 de julio de 2015


RESUMEN DE LA  LECTURA 
ACTORES CUALITATIVOS DE LA ESTRUCTURA EMPRESARIAL: HACIA UNA TIPOLOGÌA MACROECONÒMICA DE LAS EMPRESAS EN EL ANÁLISIS REGIONAL

Joaquín Guzmán Cuevas* F. Rafael Cáceres Carrasco*

En todo proceso de crecimiento económico se produce un mecanismo que la teoría tradicional entiende que es automático: ahorro-inversión productiva-crecimiento económico. Sin embargo, este mecanismo, dividido en dos fases, que transforma los recursos financieros en crecimiento económico no es automático ni uniforme para todo tiempo y lugar. Y ello por dos razones fundamentales:
No siempre, en cualquier economía, existen agentes empresariales que sepan, puedan o quieran convertir el ahorro financiero en inversión productiva.
No todas las acciones de inversión productiva contribuyen en igual proporción al proceso de crecimiento económico.
En base a estas dos razones, se pueden distinguir en la empresarialidad (entrepreneurship) dos componentes fundamentales: a) el empresario (función empresarial) y b) la empresa (tejido empresarial). Cada uno de estos componentes se proyecta respectivamente sobre cada una de las dos fases del mecanismo ahorro-inversión productiva-crecimiento. Es decir, de una parte, el empresario es el agente económico que convierte el ahorro en inversión productiva y, de otra, la acción del conjunto de las empresas que funcionan en la economía es lo que incide en la elaboración de bienes y servicios en forma de crecimiento económico. Desde hace varias décadas, los estudios sobre empresarialidad o entrepreneurship vienen centrándose mayoritariamente en las características de los empresarios, sus motivaciones, los problemas que les afectan, su relación con las instituciones y poderes públicos, etcétera (Dubini, 1989; Aghion y Howit, 1992; Guzmán, 1994; Guzmán y Santos, 2001; Acs y Audretsch, 2003; Fayoll et al., 2005). No obstante, son muchos menos los trabajos que ahondan en la segunda fase del proceso de crecimiento: la acción del tejido empresarial en aras de convertir la inversión en el máximo crecimiento económico posible. Naturalmente, esta acción productiva del tejido empresarial, en el contexto de una determinada economía regional, viene condicionada por la tipología de unidades de producción que caracteriza al conjunto del colectivo de empresas. Y en esas coordenadas se inserta precisamente el contenido fundamental de este trabajo: analizar los distintos factores que inciden en la calidad del tejido empresarial. Pero esa calidad no debe entenderse aquí desde un punto de vista individual o del management  lo que se plasmaría en la búsqueda, en última instancia, de un objetivo de maximización del beneficio de una empresa determinada—, sino desde un enfoque estrictamente macroeconómico, es decir, valorando la contribución del tejido empresarial al crecimiento económico, especialmente dentro del contexto del análisis regional, donde los factores políticos e institucionales presentan menos relevancia que en el ámbito internacional a nivel de países. Todo lo anterior es independiente, obviamente, del enfoque individual o micro, en el que lo esencial es la rentabilidad de cada empresa y en el que es muy posible la existencia simultánea de empresas muy rentables y poco rentables en un mismo tejido empresarial regional.
La densidad empresarial Una primera variable que explica la fortaleza o debilidad de la estructura productiva regional es el número de empresas existente en la economía. En principio, cuanto mayor sea el número de empresas respecto a la población total, mayor probabilidad existe que la producción de bienes y servicios (PIB regional) alcance niveles más altos.
Tamaño empresarial Tradicionalmente, ha habido una cierta unanimidad en pensar que las grandes empresas eran las que mayor contribución realizaban al dinamismo económico en sus distintas facetas, valor añadido, innovación, empleo, etcétera. 
La calidad ha tenido una importancia creciente para las empresas, gobiernos e investigadores en los últimos años. En la literatura sobre el tema es posible encontrar numerosas definiciones de calidad, que ponen énfasis en las características de los productos que satisfacen las necesidades de los clientes de la empresa y en la adecuación de los procesos de gestión y producción a ese fin. También se ha definido el concepto de calidad total, que hace referencia a un método que considera todas las actividades de la empresa en el intento de satisfacer con eficiencia económica las expectativas del cliente. La calidad guarda una estrecha relación con los procesos de investigación y desarrollo, en tanto que está vinculada a las actividades de investigación orientadas a lograr nuevos métodos de producción, nuevas técnicas de gestión y mejoras en los procesos de producción y productos.

1.    Por qué se dice que no siempre, en cualquier economía, existen agentes empresariales que sepan, puedan o quieran convertir el ahorro financiero en inversión productiva?


 Se dice que no siempre existen agentes empresariales que sepan o quieran No todas las acciones de inversión productiva contribuyen en igual proporción al proceso de crecimiento económico. En todo proceso de crecimiento económico se produce un mecanismo que la teoría tradicional entiende que es automático: ahorro-inversión productiva-crecimiento económico.

 Sin embargo, este mecanismo, dividido en dos fases, que transforma los recursos financieros en crecimiento económico no es automático ni uniforme para todo tiempo y lugar, y es por ello que no siempre, en cualquier economía, existen agentes empresariales que sepan, puedan o quieran convertir el ahorro financiero en inversión productiva.



2.    Se pueden distinguir en la empresarialidad (entrepreneurship) dos componentes fundamentales, ¿Cuáles son?

En base a estas dos razones, se pueden distinguir en la empresarialidad (entrepreneurship) dos componentes fundamentales: a) el empresario (función empresarial) y b) la empresa (tejido empresarial). Cada uno de estos componentes se proyecta respectivamente sobre cada una de las dos fases del mecanismo ahorro-inversión productiva-crecimiento. Es decir, de una parte, el empresario es el agente económico que convierte el ahorro en inversión productiva y, de otra, la acción del conjunto de las empresas que funcionan en la economía es lo que incide en la elaboración de bienes y servicios en forma de crecimiento económico.

3.    ¿Es cierto que la acción del tejido empresarial en aras de convertir la inversión es el máximo crecimiento económico posible? Explique

Desde hace varias décadas, los estudios sobre empresarialidad o entrepreneurship vienen centrándose mayoritariamente en las características de los empresarios, sus motivaciones, los problemas que les afectan, su relación con las instituciones y poderes públicos, etcétera
(Dubini, 1989; Aghion y Howit, 1992; Guzmán, 1994; Guzmán y Santos, 2001; Acs y Audretsch, 2003; Fayoll et al., 2005). No obstante, son muchos menos los trabajos que ahondan en la segunda fase del proceso de crecimiento: la acción del tejido empresarial en aras de convertir la inversión en el máximo crecimiento económico posible. Naturalmente, esta acción productiva del tejido empresarial, en el contexto de una determinada economía regional, viene condicionada por la tipología de unidades de producción que caracteriza al conjunto del colectivo de empresas. Y en esas coordenadas se inserta precisamente el contenido fundamental de este trabajo: analizar los distintos factores que inciden en la calidad del tejido empresarial. Pero esa calidad no debe entenderse aquí desde un punto de vista individual o del management —lo que se plasmaría en la búsqueda, en última instancia, de un objetivo de maximización del beneficio de una empresa determinada—, sino desde un enfoque estrictamente macroeconómico, es decir, valorando la contribución del tejido empresarial al crecimiento económico, especialmente dentro del contexto del análisis regional, donde los factores políticos e institucionales presentan menos relevancia que en el ámbito internacional a nivel de países. Todo lo anterior es independiente, obviamente, del enfoque individual o micro, en el que lo esencial es la rentabilidad de cada empresa y en el que es muy posible la existencia simultánea de empresas muy rentables y poco rentables en un mismo tejido empresarial regional.


4.    ¿Cuáles son las características cualitativas del tejido empresarial? (Desde la perspectiva de las modernas y desde un punto de vista macroeconómico).

Características cualitativas del tejido empresarial

Desde la perspectiva de las modernas teorías del crecimiento endógeno, se puede afirmar que cada empresa contribuye en diferente medida al crecimiento del conjunto de la economía. No todas las unidades productivas contribuyen por igual a la mejora de la competitividad de un territorio, ya que, por ejemplo, los diferentes sectores económicos no tienen la misma tasa de crecimiento, ni la misma potencialidad de arrastre y capacidad de crear empleo o mayores niveles de valor añadido (Solé y Martínez, 2003). Desde un punto de vista macroeconómico, se pueden señalar diferentes características cualitativas en el ámbito empresarial que afectan, en mayor o menor medida, a los procesos de crecimiento y desarrollo de una economía regional.


5.    ¿Qué es el tamaño empresarial?

Tamaño empresarial:
Tradicionalmente, ha habido una cierta unanimidad en pensar que las grandes empresas eran las que mayor contribución realizaban al dinamismo económico en sus distintas facetas —valor añadido, innovación, empleo, etcétera—. No obstante, a partir de la crisis económica de los setenta, han surgido diversos estudios sobre el creciente protagonismo de las Pyme en el proceso de crecimiento económico (Birch, 1979; Storey, 1988). Pero si bien es cierto que el creciente protagonismo de las Pyme es asumido en diferentes investigaciones empíricas, no son menos ciertas otras consideraciones.
En primer lugar, que las grandes empresas siguen ostentando un peso específico dominante en el comercio internacional, mientras que en el contexto de las economías nacionales presentan un claro protagonismo en el volumen de producción y también en el ámbito de las actividades de I+D+i. No es casual que la inmensa mayoría de las grandes empresas multinacionales, dominadoras de los grandes mercados, pertenezcan a las economías más avanzadas como Estados Unidos, Japón y los principales países de la Unión Europea.
Por otra parte, aunque las pequeñas y medianas empresa tengan un protagonismo importante e incluso creciente en los procesos de crecimiento económico y generación de empleo, ello es debido a su mayor volumen cuantitativo respecto a las grandes empresas. De otro lado, es necesario distinguir en ese ámbito dimensional las auténticas Pyme de las microempresas. En la mayor parte de los casos, este tipo de empresas de muy reducido tamaño responden a una motivación de «necesidad»—según la terminología utilizada por el General
Entrepreneurship Monitor (GEM) es decir, de mera supervivencia o medio de vida, con escasas aspiraciones de hacer crecer una organización empresarial en términos de generación de empleo, ampliación de activos, internacionalización, innovación, etcétera (Cáceres y Romero, 2006). Por consiguiente, es necesario subrayar que los países y las regiones económicamente más avanzadas, se caracterizan por un tejido empresarial, no solamente con una proporción importante de grandes empresas, sino también con una densa presencia de auténticas Pyme —con un mínimo de diez trabajadores, según las
Estadísticas más extendidas—. Por el contrario, las economías más atrasadas, bien sea en el plano nacional o regional, suelen presentar un elevado grado de atomización empresarial que se refleja en la mayor presencia de microempresas.



6.    En los procesos de producción de bienes y servicios intervienen gran cantidad de sectores y subsectores de actividad que contribuyen de modo muy distinto al crecimiento y desarrollo de la economía regional ¿es correcta esta afirmación? Desarrolle.


Los sectores productivos dominantes
En los procesos de producción de bienes y servicio intervienen gran cantidad de sectores y subsectores de actividad que contribuyen de modo muy distinto al crecimiento y desarrollo de la economía regional. Desde esta perspectiva, cabe hacer algunas consideraciones que, no por conocidas, dejan de tener menos importancia. En primer lugar, las actividades industriales son las que suelen requerir mayor nivel tecnológico, mayor grado de especialización, mayor volumen de inversión en capital fijo y mayor necesidad de bienes de equipo. En la mayoría de los casos, las actividades de servicio tradicionales suelen «acompañar» al proceso central de elaboración en forma de transporte, mantenimiento de maquinaria, prestación de información, limpieza e higiene de los centros de trabajo, restauración y atención personal, etcétera. Por otra parte, y también en muchos casos, las actividades de servicio se suelen situar en la fase final de la cadena productiva, es decir, cercana al consumo. Ahí se suelen situar las actividades de distribución, publicidad, comercio al por mayor, comercio al por menor, servicio postventa, etcétera. A tenor de lo anterior, se podría señalar que, salvo en casos específicos, a lo largo del proceso de producción, la fase de transformación y elaboración (actividad industrial) viene a marcar la pauta central en el mecanismo de generación de valor añadido, mientras que, en gran medida, los servicios tradicionales desempeñan un papel «auxiliar» o «accesorio» a esa pauta central, e incluso su valoración económica como, por ejemplo, en el caso de la comercialización, se suele realizar en función de la fase industrial, a través de la fijación de márgenes porcentuales.
Ciertamente, la preponderancia de las actividades secundarias es mucho más evidente en los contextos macroeconómicos protagonizados por sectores maduros y tradicionales. Con la emergencia de la moderna «economía del conocimiento», ciertas actividades terciarias como, por ejemplo, el software, el diseño o el asesoramiento tecnológico especializado, están adquiriendo creciente importancia. No obstante, también hay que señalar que estos servicios de alta cualificación y especialización, en la mayor parte de los casos, no suelen constituir un fin en sí mismo, sino que, al menos en última instancia, se suele proyectar en la elaboración de productos tangibles altamente sofisticados y/o de innovadora presencia en los mercados.
En segundo lugar, la contribución al crecimiento y al desarrollo regional por parte de los sectores productivos, no sólo hay que considerarlos de modo directo, sino también indirectamente, es decir, sobre los efectos inducidos en otros sectores vinculados a la cadena productiva.
En este sentido, como es bien sabido, los análisis input-output ponen de manifiesto que, en general, son las actividades industriales las que presentan mayores efectos de arrastre, tanto hacia delante (forward linkage) como hacia atrás (backward linkage), por lo que el efecto multiplicador que genera en todo el sistema productivo suele ser mayor que el que generan las actividades terciaras.


7.    ¿Por qué el software, el diseño o el asesoramiento tecnológico especializado, están adquiriendo creciente importancia?

El software, el diseño o el asesoramiento tecnológico especializado, están adquiriendo creciente importancia ya que ayuda a las industrias a tener mayor control de sus productos o servicios, teniendo siembre orden, seguridad y un fácil manejo. No obstante, también hay que señalar que estos servicios de alta cualificación y especialización, en la mayor parte de los casos, no suelen constituir un fin en sí mismo, sino que, al menos en última instancia, se suele proyectar en la elaboración de productos tangibles altamente sofisticados y/o de innovadora presencia en los mercados.
En segundo lugar, la contribución al crecimiento y al desarrollo regional por parte de los sectores productivos, no sólo hay que considerarlos de modo directo, sino también indirectamente, es decir, sobre los efectos inducidos en otros sectores vinculados a la cadena pro- ductiva. En este sentido, como es bien sabido, los análisis input-output ponen de manifiesto que, en general, son las actividades industriales las que presentan mayores efectos de arrastre, tanto hacia delante (forward linkage) como hacia atrás (backward linkage), por lo que el efecto multiplicador que genera en todo el sistema productivo suele ser mayor que el que generan las actividades terciaras. La explicación de ello no sólo está en la mayor cercanía de buena parte de las actividades de servicios a la demanda final.

8.    ¿Qué son las empresas marKet-maKer y product-maKer?

Se podrían distinguir dos tipos de empresas:
1) Las empresas market-maker localizadas predominantemente en las regiones más atrasadas.
2) Las empresas product-maker localizadas predominantemente en las regiones económicamente más avanzadas.

Desde un punto de vista empírico, y partiendo de una información segmentada para cada empresa sobre los flujos de compras y ventas correspondientes al mercado local, regional, nacional e internacional, es posible cuantificar la relación de procedencia territorial de los input con respecto al destino territorial de los output. Así, un valor máximo en la dependencia funcional de una determinada empresa viene a significar que la totalidad de las compras las realiza en el mercado extranjero y el total de las ventas las destina al mercado local. Por el contrario, un valor mínimo en la dependencia funcional significaría que la empresa adquiere todos sus input en el mercado local y destina todos su output a la exportación internacional.
Los ejemplos más ilustrativos de las empresas market-maker se dan en algunas actividades de servicios específicos: concesionarios de vehículos, distribuidores de bebidas, de material de oficina o de productos farmacéuticos, suministro de máquinas y herramientas, franquicias de ropas, alimentos, etcétera.


9.    ¿Qué es la innovación? ¿Cómo aplica a este principio de diagnóstico?


La innovación
La innovación es la actividad empresarial que más se ha relacionado con el crecimiento económico. Schumpeter (1976), en su conocida obra La Teoría del Desenvolvimiento Económico, asimila al empresario con el innovador, que es quien se encarga de introducir nuevos inventos en la actividad productiva. En su Modelo I (Mark I), las innovaciones introducidas por los empresarios rompen el equilibrio de la economía y dan lugar a un «proceso de destrucción creadora» por el que desaparecen las empresas que no adopten las nuevas tecnologías.
En este modelo, la innovación es una variable exógena, pero más tarde Schumpeter considerará que las innovaciones surgen en el interior de las empresas debido a su actividad investigadora, es decir, de forma endógena. Esta visión se recoge en su Modelo II (Mark II), que se concibe para un contexto económico dominado

10. ¿Qué son los joint ventures

El joint venture es una herramienta de gestión que consiste en una asociación a largo plazo entre dos o más empresas que se unen para realizar una alianza comercial con el fin de alcanzar un objetivo en común.
A través de un joint venture las empresas implicadas podrían tener como objetivo la creación de un nuevo negocio, el desarrollo de un nuevo producto, la prestación de un servicio, el incursionar en un mercado extranjero, etc.
Y para la consecución del objetivo las empresas implicadas podrían aportar o compartir recursos tales como materia prima, capital, personal, canales de distribución, tecnología, conocimiento del mercado, etc.

Pero además de compartir recursos, en un joint venture también se comparten esfuerzos, responsabilidades y el riesgo de emprender un negocio, actividad o proyecto que supera las posibilidades individuales (razón por la cual el joint venture también suele ser conocido como contrato de riesgo compartido).

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